miércoles, 20 de abril de 2016

7- SOBRE HERCÓLUBUS Y LOS CAMBIOS PLANETARIOS


‘Claves de comprensión’

         26/02/16.-

         Las interpretaciones corrientes ven a Hercólubus como “el gran Justiciero del Fin”, y en realidad es un Planeta Purgativo que produce “efectos” por donde pasa…, pero nada más que eso. Los efectos serán fuertes o suaves según varios aspectos a considerar:
1.     La posición de la elíptica de la Tierra en el momento en el cual el Planeta X atraviese su órbita más cercana al sol.
2.     La condición vibratoria del planeta Tierra al pasar cerca ‘El Gran Astro que vibra bajo’.
3.     La contención ‘grande, escasa o nula’ de la Jerarquía Espiritual Planetaria junto a Hermandades Cósmicas que pueden hacer durante este tipo de acontecimientos de acuerdo a la posición del ‘ciclo evolutivo racial y planetario’ y a las posibilidades kármicas.

Estos 3 puntos deben ser estudiados a la luz de las últimas revelaciones publicadas en esta Escuela Interna, ya que todo obedece a procesos destinados a favorecer el cumplimiento de los ciclos evolutivos para el progreso de la CONCIENCIA.
Decir “progreso de la conciencia” es lo mismo que decir “iluminación” o “salvación de las almas”; son sinónimos.
Los eventos relacionados a aparentes ‘traumas planetarios’, como pueden significar la caída de meteoritos, terremotos, erupciones volcánicas, el cambio climático, etc., eventos algunos de los cuales ya están sucediendo y otros que serían precipitados a gran escala por la influencia magnética gravitatoria del ‘Astro X’ al pasar cerca de la Tierra, son en realidad eventos necesarios para dar un giro a ‘situaciones discordantes cristalizadas en la atmósfera viviente del planeta’. (Para más información ver “EgregorPlanetario”).
Estos eventos, aparentemente ‘negativos’ si se observan desde un punto de vista materialista y superficial, son en realidad “positivos” respecto de la evolución, en la cual deben necesariamente cerrarse etapas para que se abran puertas a nuevos ciclos de progreso.
Condiciones que traumatizan a los inmaduros pueblos del mundo, son esperadas por las almas más maduras con sed de cambio global, porque esperan condiciones de armonía y transparencia duraderas en las relaciones comunitarias, económicas y políticas del mundo.
Ciertos cambios pueden darse por gradualidad, esto es verdadero y es mayormente por gradualidad como procede la gran evolución universal; pero también es cierto y verdadero que existen otros cambios que no son graduales sino de índole radical. Tales cambios, que se dan al final de los ciclos, precisan de una total revolución de las condiciones internas y externas de la vida. ‘Eventos cósmicos’ que sacudan fuertemente al planeta, con todas las consecuencias que esto pueda acarrear, se hacen necesarios cuando un CAMBIO RADICAL debe acontecer.
Un cambio radical de índole interno sería la erradicación de la tendencia egoísta y egocéntrica en la humanidad y el surgimiento global de una conciencia de auténtica confraternidad. Si bien este tipo de cambios deben gestarse a través de los procesos escalonados y graduales de la evolución de la conciencia, también es cierto que al final de ciertos ciclos raciales durante el arco ascendente de la evolución, los cierres raciales son radicales, para que pueda nacer la siguiente raza sobre esquemas enteramente renovados.
Cada raza raíz en esta cuarta ronda evolutiva de esta cuarta cadena planetaria ha nacido sobre la sepultura de su antecesora. Es decir que la regla ha sido la extinción casi masiva de una raza para que nazca la siguiente, (aunque siempre quedan remanentes raciales que se van extinguiendo de a poco, al ir perdiendo fuerza de impulso y vitalidad, condiciones ganadas por la nueva raza naciente). La raza lemuriana (la 3°), por ejemplo, ya casi no existe en la actualidad sobre la Tierra en forma pura, excepto como mezcla con razas posteriores (las tipologías y ciertas mixturas de raza negra provienen de allí); en cambio sí existen tipos humanos atlánticos (razas amarilla y roja, esta última ya más extinguida) junto a la actual 5° Raza Aria (hindú, céltica, grecolatina, anglosajona y germánica).
Cada raza posee códigos genéticos y de conciencia especiales y únicos, por eso un fin de ciclo racial obedece a cambios estructurales radicales. El presente ciclo racial es el de la Raza Aria, aunque como se explicó, quedan remanentes amplios de la raza atlántica en el mundo (de algunas de sus subrazas con mixturas arias), ya que cada raza tiene su nacimiento y muerte en períodos entremezclados con las razas precedente y subsiguiente. Es decir que cuando una raza se acerca a sus subrazas finales, ya comienza a surgir de entre sus filas, modelos humanos especiales en los cuales el Manú trabaja para gestar anticipos de la raza siguiente.
Pero cabe aclarar aquí que desde que apareció el primer hombre pensante sobre la faz de la Tierra en los últimos hombres lemurianos avanzados (3° Raza Raíz) hasta la fase casi final (últimas subrazas) de la actual 5° Raza, el egocentrismo ha sido un aspecto siempre presente y aún no superado. Si bien existieron hombres místicos capaces de superar los límites del yo y conocer el Amor Universal, fueron comparativamente pocos. “Aún se espera el advenimiento de una Raza que vea cumplida la utopía de la Fraternidad entre los individuos y pueblos en forma global y perdurable. Tal será la futura Raza Solar, la sexta”. Todos los cambios planetarios de ‘purificación’ obedecen al citado propósito y destino.

En síntesis: El advenimiento al aura planetaria de eventos cósmicos que la afecten grandemente obedece a ‘Leyes Cósmicas’ en las cuales ‘hablan’ las inteligentes operaciones necesarias para la Evolución.
El ser humano de conciencia promedio actual toma a todos los asuntos sobre cambios planetarios con reticencia y negación psicológica, debido a su ancestral “miedo a la muerte”, y ese miedo viene de la falta de conciencia de la vida del alma. El hombre promedio actual aún ignora la vida del alma, porque vive mayormente apegado a la materia y al mundo de las formas cambiantes. Entrar en la conciencia álmica es comenzar a ver las esencias de eternidad de la vida del Espíritu.
Es por este motivo que, la mejor y única preparación posible para que el ser humano acepte estos conceptos acerca de la vida evolutiva superior y sus procesos cíclicos, es la adecuada INSTRUCCIÓN junto al Despertar espiritual de la conciencia.
Cuando el ser humano despierta así a “la Vida Interna” ya no resiste más este tipo de temas y puede transformarse inclusive en difusor y portavoz de los conceptos de la Vida Eterna, sin miedo a los diferentes procesos de la vida en el cambiante mundo formal-temporal.
El plan de estos escritos, como siempre hemos dicho, es favorecer la comprensión en los estudiantes del mundo, más allá de las banderías grupales o sectarias de cualquier tipo.
Que la Paz os cubra y compenetre.


Hermano Sol



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